México es considerado uno de los santuarios más importantes para el arribo de diversos grupos de tortugas marinas. Ejemplares de tortugas verdes, negras, carey, laúd, caguama y golfina llegan cada año a las playas de anidación, zonas de alimentación y campamentos especializados, sitios que hacen de nuestro país un territorio clave en la conservación de tortugas, unas de las especies más ancestrales del planeta. La región de Costalegre en Jalisco es, sin duda, un referente en este ámbito.
De septiembre a diciembre, los campamentos de La Gloria, en el municipio de Tomatlán, y los de Melaque y Barra de Navidad, en Cihuatlán, convocan a escuelas de bachillerato y universidades, estudiantes de biología o carreras afines y voluntarios en general para participar en actividades de protección, investigación y educación ambiental. La estadía puede ser de una semana, quince días o un mes.
Este voluntariado consiste en el patrullaje en playa, el cuidado de hembras anidadoras, la colecta, sembrado y cuidado de nidos, además de liberar crías en el mar. Es una experiencia enriquecedora que permite entrar en contacto con la naturaleza, preservando una especie considerada en riesgo de peligro de extinción mientras se disfrutan las luminosas playas que ofrece Costalegre.
Mayto
Otro de los sitios que combina los inmensos paisajes de Costalegre con los santuarios de protección de tortugas marinas es el Campamento Tortuguero de Mayto, en el municipio de Cabo Corrientes, que nació en 2005 con el propósito de promover la educación y conservación ambiental para proteger a los galápagos.

En este sitio apartado, alejado del bullicio urbano, también puedes ser voluntario para monitorear los nidos, recolectar y trasplantar huevos. Además, serás testigo de la impresionante vida silvestre que rodea el lugar, poblada por mamíferos como venados y pumas, además de la flora propia de la región, manglares y una extensa playa virgen de 11.4 km donde se puede acampar, practicar surf, voleibol, o disfrutar de espléndidas caminatas vespertinas para apreciar los atardeceres espectaculares que ofrece este destino.
Careyes
Careyes es otro de los referentes en la conservación de tortugas. Desde 1983, se logró transformar la playa Teopa en un santuario que, de proteger diez nidos en ese año, ha sumado más de 2,600 nidos en algunas temporadas recientes. De octubre a diciembre, se liberan crías de tortugas bajo el Programa de Educación Ambiental, dirigido a las comunidades cercanas al Santuario Teopa.
Aquí se reciben niños y jóvenes desde preescolar hasta preparatoria. Sin embargo, el resto del año se hacen liberaciones previa reservación y disponibilidad de nacimientos de crías, para la comunidad de Careyes y turistas que buscan la oportunidad para acercarse a especies como la golfina, la prieta o negra, la tortuga carey o la laúd, que abundan en la zona de acuerdo con el biólogo Alejandro Peña.
